Destapa el FICM su competencia de Largometraje Mexicano

Destapa el FICM su competencia de Largometraje Mexicano

Destapa el FICM su competencia de Largometraje Mexicano

El 10º Festival Internacional de Cine de Morelia anunció hoy 7 títulos de la competencia de largometrajes, en su sección de óperas primas, sin duda la sección más importante del certamen.

 

No quiero dormir sola, dirigida por Natalia Beristáin, estrenada recientemente en la Semana de la Crítica de Venecia, como le fue el año pasado El lenguaje de los machetes, de su pareja Kyzza Terrazas, retrata la relación entre Mariana, una joven con problemas para dormir sola, quien debe hacerse cargo de Dolores, su abuela alcohólica, interpretadas por Mariana Gajá y Adriana Roel, que regresa al cine después de haber estrenado Amor letra por letra en 2008.

Restos es la nueva colaboración entre el director Alfonso Pineda Ulloa, su guionista Blas Valdez y el actor Leonardo Sbaraglia, que vuelven a reunirse después de Amor, dolor y viceversa, una oscura historia de amor que implica a un músico que recientemente vivió la muerte de su novia, y una pareja de vacaciones, interpretada por los colombianos Manolo Cardona y Carolina Guerra, donde el maltrato físico está a la orden del día.

Reciente ganadora de Carte Blanche, la sección que para películas mexicanas creó este año el Festival de Locarno, que tenía a México como foco, Las lágrimas, ópera prima de Pablo Delgado (que ya había participado en el festival con su corto Dorsal), muestra una historia de relaciones filiales entre dos hermanos en medio de un hogar fracturado, donde el mayor transita en un franco camino de autodestrucción.

Egresado del CCC, como Delgado y Beristáin, Daniel Castro Zimbrón, presenta Táu (también contendiente en Carte Blanche), cinta contemplativa filmada en San Luis Potosí y protagonizada por el emblemático actor del cine pánico, Brontis Jodorowsky, hijo de Alejandro, que encarna a Gustavo, un biólogo que al viajar al desierto se confronta con su pasado y presente, con la ayuda de un viejo huichol.

Fogo, de la también cececera Yulene Olaizola, ganó el premio de work in progress otorgado por el Festival de la Riviera Maya y consiguió casi de inmediato su pase a una sección paralela del Festival de Cannes, la prestigiosa Quincena de realizadores, como corolario a una carrera iniciada con el memorable documental Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo. La película, naturalista en su aproximación formal presenta la dura vida en una comunidad canadiense ante un fenómeno apocalíptico.

De la factoría Mantarraya, encabezada por el productor Jaime Romandía, emerge Halley, el debut de Sebastián Hofmann, película sobre el trabajador de un gimnasio cuyo cuerpo va descomponiéndose hasta límites delirantes. Poseedor de un sentido visual interesante, Hoffman construye una interesante paradoja social.

Finalmente, Rezeta, de Luis Fernando Frías (director del documental Calentamiento global), becario de la Fullbright para estudiar en NY, donde actualmente radica, tiene como punto de partida la llegada de una modelo albanesa al DF, donde habrá de vivir una serie de aventuras sentimentales y sexuales, teniendo como marco el mundo de la publicidad.

7 películas de espíritu independiente y de jóvenes realizadores. No se sabe si habrá más títulos en competencia, pero tal y como ha ocurrido en años anteriores, probablemente se incluyan uno o dos más en las próximas semanas.